jueves, 28 de octubre de 2010

Senza di te



Como abrazarse al aire,


como agarrar el vacío,


como soñar sin sueños,


como respirar sin oxígeno,


como atrapar la nada,


así es arañar tu recuerdo,


así es escribir sin palabras,


así es escribir con la sangre.
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lunes, 25 de octubre de 2010

A Pablo no le gusta la idea de separarse de mamá

La mamá se iba de viaje con el padre. Su vuelo salía a media mañana y, por eso, mientras él terminaba de preparar la maleta, ella se encargaba de dejar a su hijo en el colegio, de donde le recogerían sus abuelos al terminar las clases. Ellos iban a cuidar de él en ausencia de los padres, aunque para Pablo, tan apegado a las faldas de su madre, era realmente imposible sustituirla.

Llegaron a los pies del edificio. Al otro lado de la puerta del colegio podía verse a la maestra acogiendo a los niños y niñas de su clase. Fuera, en la acera, la mamá se despedía de Pablo diciéndole cosas que le hicieran entender que el viaje sería breve, que ni se iba a enterar, que pronto estaría de vuelta y le traería algún regalo de Barcelona. Pero el niño tenía el gesto torcido. Los morritos y el ceño fruncido permanecían aunque su madre le intentaba convencer de que no había nada malo, de que todo iría bien. No sabía exactamente qué le supondría a él aquel viaje.

A la mamá, un poco le daba cosilla verlo así y un poco le parecía gracioso, pero sí que no pudo aguantarse la carcajada interior y el abrazo y las ganas de comérselo a besos cuando Pablo le preguntó con gravedad, preocupado, como deshaciéndose de una vez de la enorme y angustiosa duda que le sobrevolaba:" ¿Y si te tienes que bajar del avión y te pierdes en el cielo...?".
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sábado, 23 de octubre de 2010

Ciclo de agua


Despiertan sombríos los campos
como mañana que tarde fuera
y ayudan en ello los pájaros
que en su dolido silencio esperan
que madure otra vez el grano
junto a la fuente de agua vieja
donde antes bebían los asnos
para descansar de sus faenas.
La hija tiene un llanto amargo,
clavada en el corazón su pena.
La madre le agarra la mano
para animarla y luego la besa.
-Volverán las aves a sus cantos
y a los campos la primavera,
retornará el agua a los caños
y vendrá con frescura nueva.
Y el amor tuyo que se ha acabado
no vuelve, pero se renueva
en otro amanecer, otros brazos,
y así tú, mortal, te harás eterna.
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jueves, 21 de octubre de 2010

Desértico

Me pasa en tu cuello
lo que a los humanos
en el desierto:
es tan fácil perderse...
Es fácil perderse
y que, golpe a golpe,
el calor máximo
me arrastre y me arroje
a las dunas de tu pecho
sediento de emociones,
de besos nuevos,
hambriento de lunares
y de ojos cerrados,
privado de estrellas del norte,
sufriendo alucinaciones
mientras busco en tu cuerpo
caminos para el alma.

Y me pasa en tu cuello
lo que a los humanos
en el desierto:
es tan fácil perderse
buscando agua...

miércoles, 20 de octubre de 2010

La curiosidad de Marco

-Mamá, ¿qué es el frío?
-¿Cómo te lo explico? -se preguntó ella misma mientras buscaba una explicación clara y definitiva para Marco.- El frío es una cosa que te entra por los pies y te sube por todo el cuerpo...
-Entonces -interrumpió el niño- es como el pijama que le pones a la hermanita cuando la llevas a dormir a la cuna, ¿no?
-Bueno, más o menos, en cierta manera sí -respondió sonriéndose por la ocurrencia de su hijo- solo que el pijama da calor y el frío es justo lo contrario, la sensación que tienes cuando te falta calor -y al decirlo supo que había sido más precisa, comprobó en la cara de Marco que ya sabía lo que era y se felicitó a sí misma por haberse guardado la primera respuesta que le vino al ser reclamada por él en mitad de sus cosas y sus pensamientos. Marco no tenía que saber aún que el frío no se parece a un pijama, sino a la soledad.

martes, 19 de octubre de 2010

Un vestido de horizonte

Pretendo coser para ti
un vestido de horizonte,
para verte a lo lejos caminar
desde mi ventana,
que seas aquella mitad de cielo tú
y aquella mitad de mar,
ceñírtelo todo a la manera antigua,
por la cintura,
y así poblar de tus colores mis pupilas,
luego respirarte en la brisa,
escucharte en las olas tempranas,
guiñar un ojo y acariciar tu línea
y alcanzarte con mi boca roja,
probarte y que me sepas a sal
y no a distancia.

lunes, 18 de octubre de 2010

Y acabamos tan lejos

Reprimo mi llanto
-lloro por dentro-
cuando jugamos a ser niños
y acabamos tan lejos
como adultos obcecados
que olvidan todo lo bueno
-tanto-
por conquistar un extremo,
por ganar una parcela en el desierto
y decirse: "¡Qué perfecto soy!
¡Cuánta razón tengo!",
que al cabo es doble sufrimiento,
una manera absurda de causarse daños.

Reprimo mi llanto
-lloro por dentro-
porque ya no somos niños
y esta hoja con versos
no es un avión de papel
que vuele por el aula del colegio
llevando un mensaje para alguien:
una disculpa y un te quiero.

viernes, 15 de octubre de 2010

Es inútil buscar

Tengo el aire que te falta
y el aliento que te quema
mientras sube mi boca abierta
el camino salado de tu espalda.

Tengo las manos que te extasiaban
y el tacto justo que te incendia
mientras deslizo mis yemas
por tus piernas hasta coronarlas.

Tengo el cuerpo que te encaja
y el alma que te completa,
las piezas para inventar tus sorpresas,
más deseo del que entra en la palabra.

jueves, 14 de octubre de 2010

Lila y azul


Con la mirada perdida

donde se une el mar al cielo
y el planeta se difumina

hasta hacerse inabarcable
como tus verdes pupilas,

sale de la ventana

pura y grácil mi alma
flotando como si fuera de tul

y se me hace certeza un pensamiento:

si es verdad que existen,
si son reales ese lila y ese azul,

eres también posible tú.


miércoles, 13 de octubre de 2010

Mi primera piedra


Revolví entre mis escombros
y hallé en lo más hondo,
sepultada por el tiempo
la primera piedra de mí
casi impoluta y bien definida,
con una sola arista partida,
sobre un paquete que contenía:
una nana de los ochenta,
un libro de cuentos,
letras de un nombre de mujer para mí,
las caricias de una abuela
y un periódico de octubre
-en su portada, una foto mía-
donde no encontré escritos
ni una gota de incertidumbre
ni un rastro de cobardía,
todo el atrevimiento del mundo
y ni uno solo de mis miedos;
sólo carcajadas y risas.

(Lo que me encontré hace cinco días,
a tres de recordar el día que vi la luz por vez primera,
tan chico, tan poquita cosa yo...)

domingo, 10 de octubre de 2010

Flan casero

Como baila mi cuchara
con el último trozo de flan,
que no se deja alcanzar
hasta que viene rendido
a mi boca,
así me gusta juguetear
contigo cuando te acorralo,
te agarro y te hago cosquillas
y te me escurres una y otra vez
y reímos y reímos
hasta que vienes rendida
a mi boca.

jueves, 7 de octubre de 2010

Sedante

Memorizo cada encuentro de los labios
y medico mis madrugadas
con besos pasados
que ahuyentan los insomnios
de cada día que no estás,
mitad amuletos mágicos,
mitad medicina para lobos
que aúllan a la soledad.

Y me ataca el sueño al final
de la manera más infantil:
pensando en campos hermosos,
como un Camino de Santiago,
que son tu pecho, tus piernas, tu espalda,
y voy contando lunar a lunar,
etapa a etapa,
las que me faltan para llegar
al pórtico de tu boca...
Hasta que pierdo la cuenta
cuando me asalta,
cuando me viene a buscar
el recuerdo vivo de aquel beso
primero y desnudo
que nunca ha de tornar.
Entonces no tardo un minuto
en empezar a soñar.

Me da rabia

Se me ha pegado tu canción
pero no sé tararear tu voz.

martes, 5 de octubre de 2010

Mi sei mancato tanto

-¿Sí?
-¡Cariño! -gritó entrañablemente en dirección a las ranuras del portero automático junto a la puerta acristalada de la entrada que se abrió dejando el camino libre al chico que arrastraba su maleta gris.
-¡Has llegado antes! -exclamó ella cuando, después de abrir la puerta y correr a mirarse al espejo para un último retoque de su melena y de su absoluta alegría, esperaba nerviosa e impaciente en la escalera.
-¡Sí! He hecho lo posible para llegar pronto. Tenía muchas ganas de verte ya -le comunicó con palabras que salían como pronunciadas con una sonrisa de oreja a oreja, y con los ojos, que peldaño a peldaño ascendían conectados a los de ella con un magnetismo semejante al del imán que se acerca al metal cada vez con más fuerza.
-Te he echado tanto de menos... -dijo ella a su oído apretando sus ojos cerrados a medida que aumentaba la intensidad de su abrazo y se vaciaba, en un suspiro de reencuentro, de todo el aire ya inútil de los pulmones.
-¿De veras? -preguntó él mientras sentía que su interior despertaba hasta el esplendor como despuntan y florecen las orquídeas vistas a cámara rápida.
-¡Sí! ¡No te puedes hacer una idea de cuánto! -dijo ella con una abrumadora brisa de verdad antes de que un simple, largo y profundo beso cerrara los ojos de ambos y acabara con la espera, las camas vacías y las madrugadas de soledad, un beso que empezó a colmar los huecos del abismo semanal y enterró kilómetros enteros, el inicio de un amor que empezó a hacerse bajo el dintel de la puerta una noche de octubre, al abrigo de una pasión que al fin estalló olvidando junto al piano negro la maleta gris, como una premonición.

Estática


Dime: ¿adónde te llevan

los kilómetros y kilómetros que pedaleas?

lunes, 4 de octubre de 2010

Apetito semanal

Desayuno amaneceres nuevos:
mismo sol, mismo cielo,
pero otros verdes, otros montes,
otras siluetas en el horizonte
que hace de telón pétreo
tras el que tú te escondes
envuelta de almendros
ahora sin flor.

Me cocino barcos de cruceros
a mediodía, sazonados con veleros
pequeños que en mis manos se ponen
antes de que la tarde los abandone
como a perros lindos pero viejos
a los que se les hace noche
dejados en senderos
donde no verán el sol.

Y al pasar unas horas ceno,
me preparo el mar entero,
exquisitos bocados de tiburones
con los aromas del agua y sus golpes,
y al cabo del día trago cuanto puedo,
descubro triste en las raspas sabores
y el postre de la semana espero;
el resto me sabe a cartón.
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