Vengo de rayos de luz
y eléctricos,
de caminos sobre hierba
y sobre espinos.
Vengo de noches de luna
y de frío,
de frutos maduros
y podridos.
Vengo de relojes rápidos
y lentos,
de pasados llenos
y huecos.
Vengo de mares en calma
y revueltos,
de rosales olorosos
y traicioneros.
Y tengo
el corazón vendado,
un poco de las heridas,
un poco por los sueños.
La lista de deseos
Hace 2 semanas
3 comentarios:
quitate a venda de corazon
y vuelve a soñar...
un besazo de Cora
Al corazón le gusta estar un poquito destrozado para después renacer...
Besos
bueno, muy real, por cierto.
Lo que acabas de exponer es muy cierto en los Seres Humanos. Somos indefinibles ya que venimos del movimiento; de lo que siempre termina por destruirse.
Eso es parte de nuestra hermosa imperfección.
Saludos, buenos escritos.
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