Mi cabeza se llena
de nubes
mañanas como esta
en que pienso que subes
la empinada cuesta
que te lleva a mis cumbres
a través de la foresta
inhóspita de tus cruces,
y me amarga la pena
de que llegue un lunes
y me despidas de buenas,
de no ser yo quien busques.
Mi cabeza se llena
de nubes
mañanas como esta
en que pienso que subes
la empinada cuesta
que conduce a mis cumbres
a través de la foresta
exuberante de tus luces,
y me embriaga la fuerza
de besar tus cruces
y quemarlas en la hoguera,
de ser yo quien tú busques.
1 comentario:
Pues... chicoooo, como sigas así te va a terminar pasando lo que a mí:
que siempre estoy en las nubes.
Un abrazo allá, en las alturas.
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