Hoy fui un poco menos tonto,
hoy comprendí los ecos
del origen del universo,
la radiación cósmica de fondo,
las microondas primitivas
que nos llegan del Big Bang
y no dejan de reverberar
así, tan reales e infinitas.
Hoy aprendí la física que estudié,
y descubrí el por qué de todo:
de vibrar al acercarnos un poco,
de notar que el será es, y siempre fue,
de preguntarme si somos lo mismo,
de sentir a distancia tu olor magnético,
de buscarte desesperado de deseo,
de percibir sólo a tu lado el equilibrio.
Hoy supe que soy una medida de energía
transformándose a través de la materia,
emigrante perpetuo por el tiempo
persiguiendo tu eternidad como un eco,
como una música callada y lenta
sonando por el universo desde su primer día.
Y recuerdo que al fin te encontré una noche de lluvia
bajo un paraguas, el cielo tembló;
quizá temí besarte como la vez última,
un instante antes de la Gran Explosión.
La lista de deseos
Hace 2 semanas
3 comentarios:
b r a v o!
:)
me ha encantado, explosionar al compas de tu poema,
precioso
un besazo
Que sí, que sí... que así dan ganas de saltar por los airesssssssssss!!!!
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