Si no hubiera sido tan pequeño,
me habrían cabido más lágrimas,
lágrimas para llorar con justicia
las bondades que al irte te llevabas,
pero en mi minúsculo cuerpo de infante
cupo sólo llanto para llenar un barreño,
un barreño que era amor a mares,
mares para echar a flotar un velero,
un velero de una tarde de manualidades,
de un marinero con ocho años
que jugaba a navegar por su océano triste
imaginando alegre que te sorprendería,
abuela, en mitad de aquel viaje al que te fuiste.
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La lista de deseos
Hace 2 semanas
8 comentarios:
Precioso, me ha encantado.
Cuanta melancolía en las palabras. Creo que los niños entienden mejor esas partidas, porque su apego a la vida es diferente.
Un abrazo.
Me encantas poeta. Tenía que pasarme por aquí, un día de estos vengo para quedarme que hoy tan solo estoy de visita.
Besos grandes.
Que homenaje tan bonito con esos versos tan cuidados marinero.
Millones de besos y felicidades por este poema.
Cita
Jo, ha sido precioso. La verdad es que llevaba unos días sin poder pasarme por aquí y te lo creas o no, echaba de menos estos versos tan bonitos que escribes.
Un beso gris :)
bello blog, no creo en las casualidades
Precioso este poema y a la vez doloroso tener que sentir la pérdida de una persona tan importante.
tú no sabes lo que cabe en un barreño!
un abrazo que se desborda
Cuando a un niño la muerte le arrebata a un ser querido, sus lagrimas son capaces de inundar ciudades enteras. Un beso Sabagg
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