Foto: Lola Fontecha (Mil gracias)
Caeremos como el otoño,
como sus hojas caeremos,
nos pisarán desconocidos
el alma gris, los sueños negros,
crujirán muertas nuestras bocas
como golpe seco en el leño,
no quedarán ni tus arrojos
ni mis despojos, caeremos
al río e iremos al mar,
henchidos de llagas los dedos
nos escocerán nuestros nombres
con la sal y nos doleremos
del orgullo infame y marchito,
de luchar a espaldas del verbo
amar y, al amor del agua,
no tú ni yo, el tiempo, ¡el tiempo!
nos hará caer en las manos
de un náufrago en el mar Egeo,
en anzuelos de pescadores
o en fauces de un pez en un pecio
hundido en la zona abisal
y, lo juro, amor: caeremos.
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8 comentarios:
Caeremos y no sé si es malo o bueno...
Es fácil caer, cuando el otoño del amor nos espera para recibirnos con los brazos abiertos. Gracias siempre amigo Sabagg
es hermoso, caer de esa manera; lo saben las hojas y el otoño. un abrazo
Hay que dejarse llevar, y dejarse caer :)
: ( Sí caeremos.
Sabagg ¡he vuelto!
O más bien ¡estoy por volver!
Hoy anduve por estos lugares de nuevo y me di cuenta de lo mucho que me gusta esto...
Mañana es probable que escriba.
gracias por estar y seguir ahí :)
¡Qué bonita reflexión cortazariana¡ Pero no olvides que todo recayente tiene ya en sí un rehabilitante. Un abrazo.
Simplemente Precioso
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