jueves, 7 de octubre de 2010

Sedante

Memorizo cada encuentro de los labios
y medico mis madrugadas
con besos pasados
que ahuyentan los insomnios
de cada día que no estás,
mitad amuletos mágicos,
mitad medicina para lobos
que aúllan a la soledad.

Y me ataca el sueño al final
de la manera más infantil:
pensando en campos hermosos,
como un Camino de Santiago,
que son tu pecho, tus piernas, tu espalda,
y voy contando lunar a lunar,
etapa a etapa,
las que me faltan para llegar
al pórtico de tu boca...
Hasta que pierdo la cuenta
cuando me asalta,
cuando me viene a buscar
el recuerdo vivo de aquel beso
primero y desnudo
que nunca ha de tornar.
Entonces no tardo un minuto
en empezar a soñar.

3 comentarios:

Elchiado dijo...

Feliz peregrinación!, llévate un bálsamo, para las rozaduras del camino

Arya dijo...

Todo lo que guarda la memoria... y el corazon.....


:)

Adm Ink dijo...

''medico mis madrugadas
con besos pasados
que ahuyentan los insomnios
de cada día que no estás''

Me gusta, me gusta, me gusta!


Besos grandes para el gran poeta.

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