miércoles, 13 de octubre de 2010

Mi primera piedra


Revolví entre mis escombros
y hallé en lo más hondo,
sepultada por el tiempo
la primera piedra de mí
casi impoluta y bien definida,
con una sola arista partida,
sobre un paquete que contenía:
una nana de los ochenta,
un libro de cuentos,
letras de un nombre de mujer para mí,
las caricias de una abuela
y un periódico de octubre
-en su portada, una foto mía-
donde no encontré escritos
ni una gota de incertidumbre
ni un rastro de cobardía,
todo el atrevimiento del mundo
y ni uno solo de mis miedos;
sólo carcajadas y risas.

(Lo que me encontré hace cinco días,
a tres de recordar el día que vi la luz por vez primera,
tan chico, tan poquita cosa yo...)

1 comentario:

Adm Ink dijo...

Que dulce, los increíbles hallazgos de recuerdos siempre consiguen robarnos sonrisas de melancolía al recordar el tiempo pasado...

Respecto a tu comentario dejado en mi blog aún en tinta fresca:

Tan poquita cosa dice...Cuanta modestia escribes con tus palabras y que poco te la mereces, no se que tendré que escribirte para que te des cuenta del grandioso rincón que has creado a partir de tus palabras. No se ni como dudabas que no te nominase! Te he de decir que me ha encantado tu comentario, me ha hecho sonreír.

Que sepas que estos pocos días se ha notado la ausencia de tus palabras, ¿ha sido tu cumpleaños? ¡Muchismas Felicidades! (Quizás bastante atrasadas, pero bueno, mejor tarde que nunca dicen)

Besos grandes Sabagg:)

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