lunes, 16 de agosto de 2010

Tarde

Juró que mataría por él
el mismo día que cayó muerto,
cuando ya nada estaba en sus manos,
cuando ya la pérdida era inevitable.
No quedaba tiempo para ocuparse
de lo que nunca se había preocupado,
para escuchar la voz
que pedía amor
y reclamaba seguir creando momentos.
Juró que mataría por él
el día que él dejó de matar por ella,
cuando cayó muerto
al sentirse soldado inútil
de una absurda guerra.

4 comentarios:

Ángela Higuera (Profe) dijo...

La caducidad de la voz que espera y apenas oye su eco o del tantálico abrazo mientras él se aleja. Todo tiene su momento y a veces llegamos muy tarde a lo más cercano, quizá por creer que siempre estará cerca.

Arya dijo...

Me sigo repitiendo un sabio comentario que una vez compartieron conmigo "el amor es un viaje.. no un destino".

Todo sucede por algo... hasta las absurdas guerras.

Mi abrazo de soldado a soldado :)

The Gossip Eye dijo...

Me gusta el poema. Y su mensaje.

Por cierto, ya tengo la foto para tus versos!

No he encontrado un email al que mandártela, asi que si quieres dame tu email en un comentario mio, que no se publican hasta que yo los modero, vale?

Un saludo.

MâKtü[b] dijo...

¿Cayó muerto cuando dejó de matar por ella? ¿Por qué lo hizo?

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