martes, 11 de mayo de 2010

Algo tendrá abril



Hoy me levanté de abril del todo y, esta vez sí, el calendario me concedió el capricho. Ya es día 1. Cuando me levanto de abril, me quito rápido el pijama, me visto y me siento lleno de energía, antes incluso de haber subido la persiana para ver qué tiempo hace, como si ya supiese que no está nublado, como si hubiera notado ya en mi piel la fuerza vivificadora del sol. Cuando me levanto de abril me sonrío yo mismo de tonterías que se me pasan por la cabeza; es como si me contara a mí mismo chistes cortos. Esas mañanas uno es tan uno mismo que la gente por la calle se te queda mirando, como si algo especial les llamara la atención o bien como si les pareciera extraño que las personas derramen positividad por las baldosas de las calles a las nueve menos cuarto de la mañana (¡igual es que no son horas!).

Algo tendrá abril para que tantas cosas pasen y tantos refranillos tenga. Uno dice: "Parte su tiempo abril entre llorar y reír". Recuerdo algunos abriles floridos y otros no tanto. En abril perdí la plácida soledad del hijo único pero gané la compañía futura y vitalicia al nacer mi hermano. En abril empezaba a vestirse bonito el campo; lo veíamos cuando íbamos al cortijo y no se podía jugar al balón sin aplastar decenas de margaritas, ni mirar las margaritas sin sucumbir el deseo de ir a por un bote y capturar las mariquitas que las recorrían. En abril preguntamos por la abuela -llevábamos más de un día sin saber de ella- y nos dijeron que "se había ido de viaje" (y algo nos decía que no, que todo era extraño, confuso, pero nosotros esperaríamos a que volviera: así éramos de pequeños). En abril nació Antonia (con razón en abril despunta la primavera), en abril nació Javi, y Marco... tantos amigos que la vida me dio, que guardo conmigo. En abril dejé atrás Italia con el alma tan ensanchada que los ojos no paraban de llorar, añoranza súbita de lo recién abandonado. En abril roscos de San Marcos enteros hundidos en la leche de una fuente, o trocitos con onzas de chocolate. En abril algunos resbalones del Molino. En abril muchas imágenes por las calles, mucho pequeño resistiendo al sueño dentro del penitente, mucho penitente desorientado.

Cuando me levanto de abril, de este abril de hoy, prefiero otro refrán: "en abril, la flor empieza a lucir". Yo hoy me levanté del abril de reír, del abril de primavera, del de la retina generosa que todo lo enfoca al alza, del abril transformador, del fabricante de lo bonito, del impulsor de vida.

4 comentarios:

Elchiado dijo...

Pues yo también soy abrilero, es un mes generoso a mi entender, un mes que a pesar de estar de paso, nunca te deja indiferente... y muy refranero, sí señor!!

Patricia García-Rojo dijo...

ese cuadro me suena, me suena :)

Unknown dijo...

Mayo se viste de abril este año. Y eso debe ser porque la belleza del descubrimiento quiere quedarse con nosotros más rato. Abril en Mayo.

Arya dijo...

Enhorabuena. Un gusto leerte, saludos :)

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